La mayoría de los mantenedores son removibles, lo que significa que puede quitárselos para comer, cepillarse o limpiarse con hilo dental. Por esta razón son fáciles de extraviar. Mucha gente envuelve sus mantenedores en una servilleta mientras come, luego lo olvidan y tienen que gastar mucho dinero en uno nuevo. Una buena solución es llevar siempre consigo el estuche y guardar allí el retenedor cuando no lo esté usando. Para una protección adicional, guarde el estuche inmediatamente en su mochila, bolsa ó bolsillo, nunca lo deje sobre una mesa u otra superficie.
Su odontólogo puede darle información de cómo limpiar y cuidar su tipo específico de mantenedor. Sin importar el tipo de mantenedor, necesita asegurarse de no sentarse sobre él, no pisarlo, ni destruir ésta delicada y costosa pieza.
Su odontólogo le dirá el tiempo durante el cual deberá usar el mantenedor. Dado que el propósito de éste es prevenir que sus dientes regresen a su posición original, deberá usarlo hasta que su mandíbula y encías hayan tenido tiempo de estabilizarse alrededor de sus dientes recién alineados. Muchos ortodoncistas recomiendan que los niños y adolescentes usen sus retenedores hasta los 20 – 25 años – esto es cuando los dientes permanentes han terminado de salir y la mandíbula cesa de crecer.
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