¿Sabía que casi la mitad de la población adulta tiene mal aliento? Como higienistas dentales, hablamos de cómo podemos detectar la enfermedad periodontal en cuanto entramos a la sala.  Es casi como un sexto sentido.  Y en el caso de algunos de nuestros pacientes, la halitosis podría ser causada por esta misma enfermedad periodontal.  Sin embargo, existen otros factores que pueden contribuir al mal aliento.  Además, puede ocurrir que su paciente ni siquiera se dé cuenta de que tiene mal aliento.  Como profesionales de la salud dental, es importante que tengamos una conversación seria acerca de esta afección.  Al principio, mencionar el tema podría ser vergonzoso para su paciente, por lo que al hacerlo le podría estar brindando cierto alivio y ayudarle a resolver su problema. 

 

Iniciar la conversación

Si casi la mitad de la población adulta tiene mal aliento, este tema tendría que ser un fácil de hablar, ¿no?  Pues no: de hecho, este tema puede ser difícil de poner sobre la mesa.  Hacer preguntas simples puede ayudar a identificar los factores específicos que causan o contribuyen a la halitosis. 

  1. ¿Alguna vez ha notado un mal sabor en la boca?  La halitosis causada por la enfermedad periodontal o incluso por malos hábitos de higiene bucal se puede hacer notar por un mal sabor en la boca. 
  2. ¿Ha experimentado sequedad bucal últimamente?  Su paciente podría responder que ha notado una sensación pegajosa en la boca o la necesidad de masticar chicle o dulces de menta constantemente. 
  3. ¿Ha tenido reflujo ácido o hipo o eructos frecuentes?  La dieta es uno de los principales factores de la halitosis.  Un intestino no saludable puede provocar la expulsión de gases en forma de mal aliento a través de la boca.  
  4. ¿Sufre usted de infecciones sinusales frecuentes?  Las infecciones y el goteo nasal posterior se juntan con el aire que usted respira.  De esta forma, el olor se transfiere al aliento.

¿Y cuáles son las soluciones?

 Como higienistas, podemos hacer recomendaciones, pero no diagnósticos.  A medida que exploramos las posibles causas que podrían estar contribuyendo al problema de nuestro paciente, es importante que nunca comuniquemos estas recomendaciones como soluciones finales.  Esto es importante sobre todo en los casos donde la raíz del problema es de origen médico,  especialmente porque es muy común que nos toque ver manifestaciones bucales de problemas que afectan a todo el cuerpo.  Ayudarles a nuestros pacientes y enviarles a su médico de cabecera es muy importante cuando existe la necesidad. 

  1. Halitosis asociada con la enfermedad periodontal o mala higiene bucal.  Esta es nuestra especialidad.  Hablarles de hábitos diarios como usar hilo dental, cepillarse los dientes, usar un raspador de lengua, enjuague bucal y otras ayudas para la salud bucal puede ser la solución perfecta para muchos de nuestros pacientes.  Cuando esta es la causa, una excelente forma de reducir las bacterias causantes del mal aliento y del mal sabor de boca es empezar realizando un examen periodontal seguido por un tratamiento periodontal de acuerdo con las indicaciones. 
  2. Boca seca.  Se ha reportado que la xerostomía afecta hasta al 65 % de la población.  Puede ser causada por los efectos secundarios de medicamentos, diversos estados de enfermedad, radioterapia de cabeza y cuello, deshidratación, cirugía, fumar y respirar por la boca.  Sacar a colación el tema de la sequedad bucal le puede llevar a muchos otros temas, incluyendo las caries, las molestias gingivales, los aparatos para dormir con apnea del sueño y hasta dejar de fumar.  Es importante que recuerde que quizá no seamos capaces de resolver los problemas que están causando la sequedad bucal en algunos casos, pero sí podemos hacer sugerencias para ayudar a aliviar la boca seca y la halitosis que trae consigo.  Algunos enjuagues bucales, por ejemplo, pueden ayudar reteniendo la humedad en la boca durante hasta 4 horas y ser usados varias veces al día.  Para pacientes que consumen dulces de menta o chicles, es importante recomendarles que busquen productos con xylitol como endulzante y que eviten los que contienen azúcar para ayudar a prevenir las caries. 
  3. Reflujo ácido.  El reflujo crónico de ácidos gástricos y bilis también puede estar asociado con mal aliento debido a su olor.  Recomiende a sus pacientes que acudan a su médico de cabecera si siguen teniendo reflujo incluso después de ajustar su dieta y los hábitos que podrían estar causando este problema. 
  4. Infecciones sinusales.  Es común que las y los pacientes con infecciones sinusales se presenten con mal aliento. El olor proviene de la mucosidad de los senos nasales infectados que gotea en la parte posterior de la garganta y se filtra en la respiración. Aunque esto es poco frecuente, su paciente también podría tener tonsilolitos o cálculos amigdalinos. Este material calcificado tiene un olor fuerte. Por lo general, los cálculos se pueden expulsar haciendo gárgaras, por lo que en muchos casos no hace falta ningún tratamiento.  Algunos profesionales de la salud dental también los pueden retirar.  Si su paciente sigue teniendo problemas relacionados con las amígdalas, podría ser necesario recomendarle que acuda a un especialista en otorrinolaringología. 

El mal aliento no tiene por qué ser un problema constante.  Hablar de forma honesta con sus pacientes puede ayudar a construir una relación de confianza y de paso resolver un problema del que no estaban conscientes o por el que no se atrevían a preguntar.